HÚMEDO SOBRE HÚMEDO

Este Martes, 26 de Febrero, nos ha correspondido el ejercicio "de moda" (desde la época de Turner) en la práctica de la pintura a la acuarela: El "humedo sobre húmedo".
Es una más de sus posibilidades técnicas y expresivas, limitada en lo que concierne a definición de perfiles, pero que, con frecuencia, se utiliza para generar efectos atmosféricos, o "de fronda", o de reflejos en el agua...
Lo habitual es usarla en conjunción con otras técnicas específicas de la acuarela (... "lavis" o "aguada", "húmedo sobre seco", "dry brush", esponja, todo tipo de "sustracciones"..., etc...) para componer una obra menos limitada, más completa...
Para su práctica, es recomendable usar pinceles de gran carga de agua, papel de grano grueso y gramaje alto, paletas amplias, escafandra, algofifa... Conviene inclinar el papel lo necesario para darle una dirección a la escorrentía... Conviene mantener la humedad hasta consumar la obra; por tanto, se recomienda tener un botecito-spray a mano... 


Ejercicio de Fabiola Dujat


Ejercicio de Mari Carmen Díaz de Mayorga







Ejercicios de Alberto de Burgos




AGUADA "DE INICIO" EN ACUARELA


El ejercicio de este Martes, 19 de Febrero, ha consistido en "lanzar la aguada inicial de cualquier trabajo al aire libre.
Para ello, hemos tomado un pequeño y rápido apunte a lápiz, acentuando los valores, dirección de la luz, proyección de sombras y... ¡poco más!.


Apunte y trabajo de Manuel del Estad

A continuación, en papel de acuarela, hacemos un croquis mínimo, o nos aventuramos, directamente, con el pincel..., para distribuir una aguada que, en síntesis, contenga la luminosidad ambiental general.  
Esa aguada cumple el doble objetivo de acotar las luces más próximas al blanco del papel (reservas), al tiempo que "viramos" o teñimos, cualquier color que incorporemos después, con el color de la aguada..., generando homogeneidad en el color de la obra, capaz de remitirnos a la luz dominante del momento ...








DIBUJO Y ACUARELA

El Taller de hoy, Martes, tiene un enfoque consecuente a las recientes Jornadas en el  Parque del Alamillo. Se planteó una cuestión "de modo"; una cuestión fácil de responder, pero dificil de asumir: "¿Como pintar el agua? (...estábamos enfrente de una laguna...)"
Respuesta: "¡Hay que estudiarla!"; es decir... "no hay un modo de pintar el agua, porque el agua aparece vinculada a un paraje, paisaje concreto..., a pesar de que los personajes que se dedican a lanzar videos en YouTube, o libros de "Cómo aprender a pintar el agua", la pinten siempre del mismo modo..."
"... y la mejor manera de estudiarla es con el lápiz" (Aquí viene la confusión: ¿Agua?..., ¿lápiz...?)
Parece que no terminamos de comprender que, una cosa es el paisaje natural, digno de ser pintado...; otra cosa es la representación que hacemos, en un papel, del paisaje natural. Y, dentro de los límites de esa representación, la mejor forma de acercarse al modelo, para estudiarlo, es el dibujo... (La acuarela sirve para interpretarlo; de ahí las clases de "Cómo aprender a pintar el agua". No obstante, en mi modesta y restringida opinión, ¿por qué obligarnos a pintar el agua como se le ocurre a una persona que, para colmo, copia a otra persona que, posiblemente emule a otra...? ¿No sería mejor empezar de cero, aproximarme al agua, y ser uno con la naturaleza, pequeño saltamontes 小蚱蜢 ?)

Nos acercamos a una hoja de limonero
Interpretamos una hoja de limonero   

(Ejercicio de Amelia Vicente Castañares)



(Ejercicio de Mari Carmen Díaz de Mayorga)




(Ejercicio de Carmen Dugo)




(Ejercicio de Manuel Castro)




(Ejercicio de Manuel del Estad)




(María José Cabrera Cruz)




(Mercedes González)




(Alberto Rafael de Burgos Martínez)

Conclusión: ¡Mejor no aprender de "modos de..."! ¡Mejor conocer, personalmente, acercándose, con sencillez, a la enorme libertad que se percibe con la observación atenta...!






TEMPERATURA DEL COLOR Y GAMAS CROMÁTICAS


André Lothe, en su "Tratado del paisaje" de 1939, estudiando la teoría y práctica del color en El Greco, Rubens, Velazquez, Goya, Cezanne, Van Gogh, Bonnard, Matisse..., nos ofrece una serie de conclusiones, dignas de tener en cuenta por quien desee introducirse  en el uso del color en acuarela:

 Dice Lothe: “Es Cézanne quien nos dará una vez más, y de un modo irresistible, la clave del cromatismo luminoso tradicional. Su teoría puede reducirse a lo siguiente: la luz es anaranjada y la sombra es su complementario, el azul; la media tinta es el pasaje del anaranjado al azul por intermedio del rojo violáceo y del violeta azulado. (También se puede pasar del anaranjado al azul por la otra parte del prisma, o sea, por el amarillo, el amarillo verdoso, el verde azulado, pero también aquí es preciso elegir). Esa elección dará la tonalidad general de la obra, ya que el drama luminoso se desarrolla sobre fondo de medias tintas.”
“La dosificación de esos elementos ha sido determinada definitivamente por Rubens, en uno de sus tratados de pintura, titulado De coloribus: dos tercios de medias tintas, un tercio solamente de luz y de sombra en total.”


“…La parte más cercana del ojo o la más iluminada, en dos palabras, el punto que debe parecer el más sólido, tendrá como color fundamental el anaranjado. La parte más privada de luz o más alejada del ojo, la que deba parecer menos sólida, será de dominante azul. Sólo faltará, para proceder al paso del anaranjado al azul, poner de cada lado del anaranjado los dos colores primarios que lo componen: el amarillo y el rojo, y en las casillas siguientes, la mezcla de cada uno de esos colores primarios con el azul. Así se tendrá al violeta al lado del rojo, al verde al lado del amarillo. El anaranjado y el azul estarán sobre la horizontal, y los complementarios se encontrarán sobre la diagonal.”


“…observemos, sin embargo, a título de indicación, que desde el impresionismo –que ha rehabilitado al violeta, este color despreciado por los antiguos-, una de las armonías más agradables y difundidas (Bonnard y Matisse la emplean excelentemente, los chinos obtienen con ella efectos notables) es la del triángulo violeta-verde-anaranjado, o la del triángulo opuesto  rojo-amarillo-azul, preferida de Van Gogh.”

      

“…A este propósito, es necesario recordar que cuando están en presencia tres colores, uno sólo debe ser llevado al máximo de intensidad; el segundo debe disminuirse y el tercero sugerirse apenas.”
“…Conviene hacer presente también que no hay color sin gris, que el gris es, en cierto modo, el soporte, la justificación de toda armonía cromática, sea que entre en la composición de los colores, como en las obras de El Greco, de Velázquez y de Goya, sea que se coloque en torno de ellos, bajo la forma de blanco, negro o gris, aislando los tonos puros y oponiéndose a temibles interferencias.”

 A lo anterior añadimos que, es posible ensayar nuevas posibilidades  de generar armonías, virando las propiedades del color, de forma proporcionada y a conveniencia, en todo el círculo cromático propuesto por André Lothe..:
      

          

Ejercicio de Mari Carmen Díaz de Mayorga, a partir de un apunte a lápiz previo y un ensayo de gama cromática personal...



Id. de Alberto de Burgos